Sabéis que tengo la manía de ducharme, como muchos de vosotros, ¿a que si?
Pues el domingo antes de ir a trabajar, tenía guardia, me metí en mi ducha a darme mi lavado diario, entre bien, salí mojada, lógico, y con alguien más dentro de mi querido oído.
Sí, una pequeña gota de agua pura y cristalina se encontró a gusto dentro de esa parte de mi cuerpo, y decidió instalarse, por más que yo moviera la cabeza para que saliera.
Cansada de batallar con ella decidí que ya saldría cuando le diera la gana y fui a trabajar, sintiéndola dentro de mí.
Después del trabajo quedé con un amigo para ir al cine, cuando ya llevábamos un rato juntos me dijo que parará de mover la cabeza de esa manera que la gente nos estaba mirando, yo ni me percataba que seguía insistiendo en que la gota saliera de su grato escondrijo, le expliqué lo de la querida gota de agua y que si podía que se dirigiera a mi por el oído derecho que el izquierdo tenía a tan grato inquilino, y estaba perdiendo la audición por momentos.
El para recompensarme de las molestias y alegrarme, cosa que hacen siempre mis amigos, me compró un gigante helado de esos que no son de bola, de esos que se deshacen solo tocarlos con los labios, que son mis preferidos, todos mis amigos saben de mi pasión por los helados y siempre me invitan. Bueno, pero eso ahora no viene a cuento, bueno solo un poco, ya haré otro día una disertación sobre mis amigos y los helados.
Nada, me llevó a casa y la gota seguía fastidiando, dormí fatal y al día siguiente decidí ir de urgencias, ya que trabajo con mis oídos no es cuestión quedarme manca de uno.
La doctora me mando un antiinflamatorio y antibiótico en gotas, no encontré las gotas y pedí en la farmacia que me las trajeran por la tarde, me fui a trabajar, cuando volví, cené, y me puse delante del ordenador para leer a Sinuhé decidí ponerme las gotas en ese momento era interesante y quería leerlo sin interrupciones, AYYYYYYYYYYYYYYYY, que hice, no sé qué puñetas llevaban las gotas pero me empezaron a entrar unos dolores intensos a la segunda línea del texto de Sinu.
Tuve que apagar el ordenador y estirarme, a partir de aquí he ido cinco veces en dos días de urgencia, se me ha deformado la cara, parezco el hombre elefante, me han tenido que dar la baja y estoy tomando tres clases de antibióticos, pomada, pastillas y gotas, que para que me entren las gotas, han tenido que instalar otro intruso en mi bella oreja, un trozo de algodón raro, que se ha de quedar ahí durante siete días, tomo también analgésicos y antiinflamatorios, me han puesto una vía intravenosa en mi querida mano y me han metido medio litro de a saber qué , como soy alérgica a la penicilina, van con un cuidado de órdago y se miran todo lo que me dan, pero las primeras gotas, esas, lo siento mucho creo que se equivocaron, se han quedado el frasco y dicen que no fueron ellas, me lo voy a creer, pero no sé, no sé, demasiada casualidad.
Llevo dos horas de tranquilidad, una ligera tranquilidad, por eso he decidido hacer esta entrada antes que empiecen los pinchazos en mi cerebro, para disculparme de mi ausencia forzosa , que me va a tener alejada creo que un par de días más hasta que haga efecto todo esto que me tomo, a me olvidaba, me han dado un protector de estomago también, lógico, si tendríais que ver que dosificación más brutal me han dado , tengo el móvil sonando cada cuatro horas para tomarme algo, nada que entre eso y los dolores duermo …no duermo directamente.
Por eso Neo, Monika, Carmen, Carde, Cristian, no sé dónde va la h lo siento, Shao, Aire de Alhena, Sinu, Adolfo, Salvador, Pepi, Sandra, María José... Y todos mis queridos amigos, no estaré para leer durante unos días, perdonarme, ya empieza otra vez los pinchazos, cuelgo esta entrada y voy a darme de golpes a la cabeza a ver si así distraigo el dolor.
Ya veis lo que pasa por ser limpios.
Sed buenos.