La Catedral del Mar para Gustavo
Cuando viniste a Barcelona nos cerraron las puertas y no pudimos entrar, ¿te acuerdas?, He ido y he podido entrar y me he acordado de tu entrañable visita.
Para mí, Gus, tú tienes la fuerza, el coraje y el amor de los bastaixos.
Santa Maria del Mar
La construcción comenzó en 1329, tal como lo atestiguan las lápidas del portal de las Moreras. Un hecho destacable, que aún perdura: se acuerda que la obra había de pertenecer, exclusivamente, a los feligreses de la zona del puerto y de la Barceloneta, únicos responsables materiales del templo, ya que ellos fueron quienes la sufragaron, bien con su dinero o bien con su trabajo. Este hecho está en clara contraposición a la catedral que por aquellas mismas fechas también se estaba construyendo y que estaba asociada a la monarquía, a la nobleza y al alto clero. Parece ser que en la construcción participó activamente toda la población de la Ribera, en especial los descargadores del muelle, llamados galafates de la Ribera o bastaixos, los cuales llevaban las enormes piedras destinadas a la construcción de la iglesia desde la cantera real de Montjuïc y desde las playas, donde estaban los barcos que las habían traído a Barcelona, hasta la mismísima plaza del Borne, cargándolas en sus espaldas, una a una. La puerta principal de la iglesia homenajea a los bastaixos que ayudaron a su construcción.