Yo viaje al noreste, las vías me indicaban que fuera hacía allí y allí las fotografié, sabiendo que me servirían algún día, y así ha sido, unas vías, que marcan el camino a la estación colorista que anima el día, pues en la noche obscura nunca me deja verla.
Son las vías del descanso, de la no rutina, del no pensar, las vías del fin de semana tranquilo pero gratificante, donde los hombres no tienen cabida, porque de ellos son de los que me alejo cuando sigo dicha vía.
Tampoco sé muy bien porque me ha de acompañar un iphone, mi móvil ya me da la música que buscada escucho, sin saber si dicho aparato es o no es de última generación, lo que sí sé, es que donde me dejaron las vías, estuve tranquila, no me martirizó saber si soy querida o no, solo supe que llegué a mi pequeño oasis de paz.
Donde el paseo con los perros por el bosque, me llenó de salvia nueva, que les succioné a los árboles que me rodeaban, para poder aguantar unos meses más hasta que volviera para poder descansar otra vez de mí día a día
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¿Tomaremos café? seguro, si las vías te llevan a mí, pero de ti no desapareceré entre las vías, porque tú eres el hombre de mis sueños.
P.D.
El final es de lo más cursi, y fantástico, pues los dos sabemos que no es verdad, pero quedaba genial, jejejjeje.
Petonets amigo.