Os dije que con más o menos gracias os iría relatando diferentes anécdotas de las quedadas de singles.
Una de ellas, es la del típico Sr. cincuentón, arregladito todo él, va como un pincel, perfumadito y moreno del sol de la playa. Se apoya en la barra con su ginebra en la mano, balanceando el líquido de dentro del vaso, como si de un ritual se tratará, es un ritual, os lo digo yo, cree que el liquido transparente, chocando bravamente contra los cubitos de hielo, magnetiza a las mujeres y se postraran a sus pies,
Se acerca una mujer para pedir una consumición, él le sonríe con sus blancos dientes, la mitad postizos, tiene una dentadura perfecta, le ha costado su buen dinero, y se dirige a ella con una lisonja:” ¿Que hace una mujer tan guapa como tú en un sitio de singles?, ¡¡¡¡es imposible que tu marido te haya dejado ir!!!!”, le pone énfasis a su última frase, se cree muy creativo.
La mujer cuarentona, pintada como una mona y recién salidita de la peluquería, emite unos pequeños sonidos guturales, que yo identifico en una risa nerviosa, y le dice al gran gallo vaso en mano: “aduladorrrrrrrrrrrr”, arrastra la erres para dar a su voz sensualidad, pero a la vez ha conseguido que una de sus gotitas de saliva me salpiquen a mí, que estoy intentando que me sirvan un San Francisco detrás del caballero.
Veo la escena vestida con mis pantalones bombachos, mi camisola, mis collares, mis pulseras varias, mi melena rizada y mis sandalias planas, no voy maquillada, no voy de peluquería, ni embutida como una salchicha mostrando todas mis redondeces, yo no bailaré lentos, ni iré corriendo, como chiquilla de 18 años, a contarle a mis amigas que me han dicho guapa y que he ligado.
Pero yo soy feliz, porque conozco al Sr. pincelado y sé que es un Don Juan de tres al cuarto que lo que quiere es encontrar a alguien que le planche las camisas, y le haga la comidita, y así él poder dedicar más tiempo a las artes de seducción, con otras mujeres.
Si amigos, así es, me encantó la noche que el pobre hombre estaba sentado en un local típico singleriano y de repente tenía a su alrededor a la novia de turno, a la novia anterior, a la amante y a la que le tiraba los tejos en ese momento, su cara era un poema, pero supo salir bastante airoso, todo hemos de decirlo.
Como él, hay muchos, como ellas, también, a ellas no les importa compartir, ya lo dije en una entrada anterior, son como gallinas alrededor del gallo, o eso me parece a mí.
He tenido que oír, que el caballero en cuestión no me cae bien, porque no se ha fijado en mi, jejejejje me rio yo, ¿Qué haría yo con un hombre así? Morirme, a mi darme un pirata, un romántico, un príncipe sin armadura, un trabajador nato, pero ese alguien si algún día llega, que no comparta algo tan importante como es el amor de pareja.
Y ahora llamarme antigua.
4 comentarios:
jajaja que buenos recuerdos me has traído ,de mi época loca ,lo único que a los locales yo los llamo "cazaderos" ya que la primera vez que fui me dio la impresión de ser una presa abatir , pero reconozco que era muy divertido ver a los cazadores desplegar sus mejores joyas dialécticas para lograr sus propósitos.
tu ya sabes que vales mucho no hace falta que te lo digan ellos ,tu eliges cuando y por quien te dejas "cazar" y cuando estar sola.
Un besazo
jajajajaj...si hasta he sentido yo la vergüenza ajena a través de tus palabras! ajajajaja...pobre gente, tanto ella como él, me dan un poquito de lástima.
si tienen que darse, se dará sin apuros ni excesivas producciones.
un abrazo.
Hola Irlanda... mil gracias por pasar por mi espacio y dejar tu huella...
Hermoso y reflexivo relato.
te abrazo
MentesSueltas
Irlanda, está en la naturaleza humana el narcisimo.
Se conquista al " otro" como premio a lo guapo y bueno que soy, es el premio que se le concede por prstarnos atención.
pero Irlanda, sinceramente, creo que ese donjuanismo, se ha equlibrado a un inesismo, Ahora, la mujer compite en galanteo y espíritu de conquista igual que el hombre, sean preadolescentes, o cualquier otra cuña generacional
besos ( sin gintonic con cubitos)
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