Hay una adolescente que es la reoca, muchos ya la conocéis, su lógica aplastante me descuadra todos los esquemas, y su gran corazón no tiene límites. Sí, estoy hablando de mi hija ¿se nota? Es que la puñetera siempre me sorprende y gracias a dios siempre sin consecuencias.
Historia explicada a la hora de comer:
-Mamá hoy ha habido jaleo en el cole.
Otra vez,…-digo yo-. Es una clase muy revoltosa y tienen todos las hormonas revolucionadas, pero revolucionadas, revolucionadas.- ¿Qué paso? Esta vez.
- Estábamos en la plaza después de salir del cole y se acercaron los Mossos (policía) a nuestro grupo.
-¿Por?... pregunto
-Registraron a dos de mis amigos (certifico aquí, que los amigos de mi hija, son de lo más normalito, van a la moda como todos, es decir con los pantalones debajo del culo, que dicho sea de paso parecen patos mareados, gracias a dios mi hija no, es de las que no le gusta enseñar nada, y que dure porfa. y alguno empieza ya a fumar…pero ¿quien no lo ha hecho en la adolescencia?)
-¿Y qué paso?
-Que un poco más me tienes que venir a buscar a comisaría.
Bueno aquí la comida se me atraganto, tuvo que parar de explicar y hacerme casi el boca a boca.
-¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeee?...
-Es que me he discutido con los policías, y les he dicho que lo que estaban haciendo no era justo, que sus amigos y los demás chicos y chicas estaban tranquilamente despidiéndose para ir a comer a casa, y que no estaban haciendo nada malo, y que en vez de perseguir a niños inocentes, se dedicaran a coger a gente que roba y mata.
-Claudia…Cariño, que es un policía, has de tener más respeto.
-Mamá se lo tendré cuando él me lo tenga a mí, yo solo le estaba diciendo la verdad y él me ha llamado mocosa y me ha dicho que cerrara la boca, si no me llevaba a comisaría, y yo solo le he dicho que lo que estaba haciendo era chantajearme para que me callara y así no poder ejercer mi derecho a la libertad de expresión.
De verdad que a veces creo que le explico demasiadas batallitas a mi hija de mi época estudiantil. Pero sabéis… me siento orgullosa de ella, me gusta que defienda lo que para ella es de ley y que no se calle delante de nadie.
Ahora le tengo que enseñar, que en ocasiones mejor callar y buscar la manera de hacerse valer, sin perder los estribos, y con una libertad de expresión más acorde al momento, porque conociéndola como la conozco, seguro que algún improperio le dijo al Mosso .
Petonets