Un despiste , unas sonrisas

Hoy escribo, pensando en que contaros para sacaros una sonrisa, sacaros una sonrisa a vosotros es sentirme yo feliz. ¡Qué egoísta soy!

Me gustaría ser columnista de las que explican con humor el día a día, en pocas palabras hacer que la compra en el super, pedir un taxi, o llevar un libro a la biblioteca se convierta de un acto rutinario a una gran aventura.

Acabo de ir al supermercado, la verdad a parte que he perdido 5 céntimos cuando me ha dado el cambio la cajera, no me ha pasado nada emocionante. Luego he ido al estanco, ya sabéis que tengo el mal vicio de fumar, y deciros que hablando con el estanquero me he dejado mi tabaco en el mostrador, he tenido que volver cuando ya había llegado a casa, no es una aventura es una tocada de narices con el calor que hace. He pensado que ya que había vuelto a bajar y me había dejado de comprar algo muy útil en una casa, papel de wáter, pasaba otra vez por el super. La chica de la caja cuando me ha vuelto a ver me ha dicho:” quien no tiene cabeza tiene pies”, muy acertada por su parte. Al decirlo me he mirado los pies en un acto reflejo y me he dado cuenta que había salido de casa con una sandalia de cada color, ahora entiendo que la gente me mirase y sonriera, y yo pensando que el mundo había cambiado y que que simpática se había levantado hoy la gente. Nada que mi gran aventura de hoy es que en el barrio van a pensar que a parte de mi estrafalaria indumentaria diaria, no soy una mujer convencional vistiendo, sigo siendo una hippie de los 60, también quiero llamar la atención con el calzado.

Mañana será otro día, pienso mirarme los pies antes de salir de casa, o no?,… me ha gustado ver una sonrisa en la cara de la gente, aunque fuera por un despiste mío.